jueves, agosto 16, 2007

Sha'ban y los árboles del bien y del mal...

Algo para reflexionar y que encontré hoy en webislam.com y que me dejó reflexionando sobre nuestro comportamiento...
...el Profeta les contó las buenas obras hasta que dijo: “Cuando llega el primer día de Sha’bân, Shaytán dispersa a su ejército hacia todos los puntos de la tierra para atraer hacia sí a algunos de los benevolentes siervos de Dios. Y Dios, el Altísimo, envía a sus ángeles hacia todos los puntos de la Tierra a fin de que protejan y guíen a sus siervos. Quienes Le escuchen serán bienaventurados y quienes no lo hagan se contarán entre los partidarios de Satanás. Por cierto que cuando el primer día de Sha’bân llega, Dios ordena abrir las puertas del paraíso y ordena al árbol de Tubâ (Felicidad) acercar sus ramas al mundo. En ese momento alguien exclama: “¡Oh, siervos de La Realidad Divina! Éstas son las ramas del árbol de Tubâ, ¡aférrense a ellas para ser trasladados al paraíso! Y estas otras son las ramas del Zaqqûm (árbol del Infierno de horrible aspecto, cuyo fruto es de sabor amargo). ¡Aléjense de él! No vaya a ser que los aproxime al infierno. Juro por Quien me ha elegido como Profeta que quien realice una buena obra en este día es como si se hubiera aferrado a una de sus ramas, y quien realice una mala obra es como si se hubiera aferrado a las ramas del Zaqqûm.
Entonces, prosiguió: “Toda persona que realice una oración preferible se habrá aferrado a las ramas de Tubâ. Quien ayune en este día, quien reconcilie a dos personas (cónyuges, familiares o amigos), entonces se habrá aferrado a las ramas de Tubâ. Quien perdone una deuda o parte de ella, devuelva un préstamo o alimente a un huérfano, se habrá aferrado a las ramas de Tubâ. Quien defienda a un creyente, recuerde frecuentemente a Dios y sea agradecido, quien visite a los enfermos, se estará aferrando a las ramas de Tubâ. Quien sea bondadoso con sus padres y les alegre, quien acompañe el cuerpo de una persona fallecida hasta su última morada, quien consuele a quien ha sufrido una desgracia, se habrá aferrado a las ramas del Tubâ. Y quien haya realizado toda clase de buenas obras se aferrará al árbol de Tubâ.
En cambio, quien realice una mala acción, se aferrará a las ramas del Zaqqûm. ¡Juro por Quien me ha elegido Su Profeta!, que quien no realice una oración obligatoria o la realice incorrectamente por negligencia, se aferrará a una de sus ramas. Quien se acerque a un pobre, sabiendo de su penuria y que, sabiendo que si no lo ayuda quedará desprotegido, aún así lo abandona, se habrá aferrado a una de las ramas del Zaqqûm. Quien no disculpa a quien le pida perdón, y prefiera la venganza, quien cause desavenencias en un matrimonio o familia, o entre dos amigos, se estará aferrando a las ramas del Zaqqûm. Aquél que tiene una deuda y la niega, quien ofenda a un creyente y apoye a otros para ofender a sus semejantes, quien cante canciones que inciten al pecado, quien cuente sus acciones injustas hacia los creyentes y se alegre de ello, también se habrá aferrado a las ramas del Zaqqûm. Quien no visite a su vecino enfermo por vanidad, quien trate injustamente al prójimo y lo menosprecie, quien desobedezca a sus padres y quien realice todo tipo de mala acción se aferrará a las ramas del Zaqqûm. ¡Y juro por Dios que quien se aferre a este árbol su morada será el Infierno!
Luego miró al cielo y sonrió, luego miró al suelo y su rostro se ensombreció, y mirando a sus discípulos dijo: “Juro por Al-láh, que ha enviado a Muhammad, que he observado el árbol de Tubâ elevándose y trasladando a quienes se habían aferrado a él y he observado también cómo algunos se sostenían de una sola rama y otros de más de una, según sus obras. Ciertamente vi a Zaid Ibn Harizah sostenido de muchas ramas, por lo que sonreí. Luego, observé el Zaqqûm y ¡Juro por Al-láh que lo vi hendiéndose en lo más profundo de la tierra y llevaba consigo a quienes se habían aferrado a sus ramas, algunos a una sola y otros a más de una! Por cierto que he observado a algunos hipócritas aferrados a muchas de sus ramas, siendo llevados hacia lo más profundo del Infierno, por lo que me apené.
Fuera de la religión que uno profese, fuera de las creencias, fuera de todo...de ejemplos antiguos, anécdotas, historias o comentarios... Estos árboles, si existen... uno elije si quiere sembrar una Tubâ o un Zaqqûm... los frutos y la sombra de este árbol nos acompañará de por vida, más bien, de por la eternidad!

1 comentario:

mau dijo...
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